La lenteja pardina se caracteriza por un color pardo con puntos negros, cotiledones de color amarillo y un diámetro de 3.5 a 4.5 mm. Una vez cocinadas su grano es mantecoso, poco granuloso y harinoso.
Su riqueza proteica y su alto contenido en fibra la convierten en un plato necesario para una dieta sana y equilibrada.
Una legumbre excelente